"El trueque es el intercambio de objetos o servicios donde no interviene dinero, sino el pago es en servicios o productos”.
Es una práctica que existe desde tiempos inmemorables. El ser humano siempre ha tenido la necesidad de cambiar aquellos objetos que poseía pero no necesitaba, por aquellos que realmente deseaba. En el comercio se intercambiaba materia prima por artículos artesanos, o productos elaborados a cambio de otros que el artesano no producía.
En los pequeños mercados era donde se originaron los primeros trueques entre una gran variedad de artículos, por ejemplo: herramientas de sílex, lanzas, zapatos, collares y hasta productos agrícolas. Hoy en día, en algunos mercados se siguen usando este tipo de transacciones. En las sociedades postmodernas podemos observar una cierta revitalización de este fenómeno, sobre todo gracias a Internet, que facilita transacciones complejas entre personas y empresas alejadas geográficamente.
Ventajas
Las ventajas
del trueque o intercambio para las empresas son muchas, como por ejemplo:
- Comprar
productos o servicios sin realizar movimientos monetarios
- Mantener
la liquidez de la empresa
- Optimizar
los resultados financieros del negocio
- Mejorar la productividad
- Compensar
la variación de producción por temporadas, es decir, obtener más clientes
aún en temporada baja
- Reducir la
acumulación de stocks de productos, encontrándoles una salida rentable
alternativa
- Ampliar
las relaciones comerciales con empresas de otros sectores
- Conseguir
nuevos canales comerciales para el negocio sin modificar la agenda de
clientes
Desventajas
Una desventaja
del trueque podría ser que no se encuentra rápidamente a alguien que quiera
intercambiar lo que nosotros deseamos por lo que podemos ofrecer.
Otro
inconveniente en el proceso de trueque es la complejidad del cálculo en el
valor exacto entre las cosas que vamos a intercambiar (falta de unidad de
valor). De todas formas, se suele establecer el precio de los productos o
servicios según su valor en el mercado.
A veces, el
trueque tiene un valor más bien simbólico según la necesidad que un valor
capital. Es decir, si tengo una casa que no estoy utilizando y necesito con
urgencia un automóvil, no le daré un valor capital a la casa sino un valor de
necesidad.
Tomado de Wikipedia,
Tomado de Wikipedia,